Evangelio jueves 15 de octubre

Jueves 15 de octubre de 2020 | Sebastián Castaño

15 de OCTUBRE del 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 11, 47 - 54

Jueves de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

Santa Teresa de Jesús. Virgen y Doctora de la Iglesia. Memoria obligatoria

Dijo el Señor: «¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros. Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos. Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto. ¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden.» Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia!

Jesús parece decirme: cuidado, no te confundas con las leyes del mundo cuando estén contrapuestas con la Ley de mi Padre, es decir, la ley del amor. Tal como los Fariseos que no tenían la claridad para ver y entender la Ley de Dios, también tú puedes caer en esa actitud. Cuidado con la hipocresía de parecer lo que no eres. La Ley de Dios te lleva a la verdadera felicidad y plenitud, por la fe. Conoce pues la Ley de mi Padre, ponla en práctica, defiéndela, compártela y serás fiel testigo de ella. Recuerda que yo estaré siempre a tu lado para apoyarte y guiarte en ese camino.

Dios me ama como su hijo y también conoce lo profundo de mi corazón con todas mis virtudes y debilidades. Necesito más fe y no acomodar mis creencias a mi mejor comodidad o a lo políticamente correcto para aparentar. Este evangelio me pide no guiarme (o inmovilizarme) por las formas, sino que ir a lo realmente de fondo que es la fe en la Palabra de Jesús puesta en práctica sin los peros o acomodos que a veces me impone mi entorno social. Debo reconocer esta realidad y ser consiente de ella.

Querido Jesús, gracias por mostrarnos con tu ejemplo e infinita entrega lo que significa ser fiel a la Ley de Dios y amar verdaderamente. Jesús ayúdame a ir de tu mano y la de María para ir por el camino que tú tienes para mí y así poder fiel testigo de tu Palabra y de tu amor. Te pido perdón Señor por mis caretas y leyes mundanas que me alejan de tu Ley y pueden alejar a otros de ti. No me dejes que me aparte de ti. Bendito seas por siempre Señor.

AMÉN

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