Evangelio jueves 7 de enero
Jueves 7 de enero de 2021 | Philippe Morizon Rubio7 de ENERO del 2021
Evangelio según San Marcos capítulo 6, 34 - 44
Jueves después de la Epifanía del Señor
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer". El respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron: "Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos". Jesús preguntó: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver". Después de averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dos pescados". El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.
Meditación de Philippe Morizon Rubio
"¿Cuántos panes tienen ustedes?"
Jesús pareciera decirnos: Lo que les pregunté a mis discípulos en aquel lugar desierto, hoy les pregunto a ustedes: "¿Cuantos panes tienen?". Hay muchos que siguen teniendo hambre, y a pesar de que habitan las ciudades, es como si estuvieran en un desierto porque nadie los ve y nadie les da la atención que necesitan. Muchos están cerca de ustedes, pero no se dan cuenta. Pregúntense cuantos panes tienen y cuantos panes están dispuestos a dar. No importa lo pequeños que sean. Si lo dan todo, yo haré milagros a través de ustedes.
Al leer este Evangelio muchas veces me quedo con la imagen de la muchedumbre –como una masa uniforme- que se sacia por medio del milagro de Jesús. Pero hoy trato de pensar en cada una de esas personas que estaban ahí porque querían ver, escuchar y tocar a Jesús. Pienso en sus esperanzas y en sus temores. Y me doy cuenta de que yo también soy uno de ellos. Uno entre muchos -en apariencia- pero único para el Señor que me alimenta y me da la paz por medio de otros.
Señor, te doy gracias por la bendición de la vida. Te pido por cada una de las personas que pasan hambre en sus cuerpos y en sus almas, para que por medio de otros como yo, les des el alimento que necesitan. Especialmente te pido que multipliques el don de mi vida, que pongo sobre tu mesa, para que de mucho fruto para gloria del Padre. Úsame según tu quieras y como quieras para tu Reino Te lo pido a ti Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
AMEN