Evangelio lunes 27 de julio

Lunes 27 de julio de 2020

27 de JULIO del 2020

Evangelio según San Mateo, capítulo 13, 31 - 35

Lunes de la Décimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario

También les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas". Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa". Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

Meditación de nuestro equipo.

"Los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas"

Dios Padre me dice: ¿En dónde te cobijas cuando tienes un problema? ¿Vienes a buscar mi Palabra, o te escondes en la apatía, y en los vicios? Así como un pájaro busca un arbusto firme para estar protegido, busca tú un refugio sólido y estable cuando lo necesites. Ten claro cuál es el lugar en el que quieres descansar –ya sea físico o espiritual –, y visítalo con frecuencia. Así tendrás claro a dónde acudir en tiempos de crisis. Y sé tú un refugio para tus hermanos, una fuente de vida para quien lo necesite.

Estos últimos días he sentido la necesidad de escapar. A veces me siento triste o confundida, y quiero irme lejos... empezar un viaje o una nueva aventura. Pero Dios viene a recordarme que no hace falta ir lejos para encontrar la paz. Puedo encontrarla en el mismo lugar en el que vivo, con las personas que me rodean, y en las circunstancias en las que me encuentro. Sólo hace falta buscar a Dios, invitarlo a hacerse presente en mi vida y permitirle estar en ésta.

Señor, quiero buscarte y poder descansar en Ti. Gracias por estar siempre presente en mi vida: en mis amigos, en tantos lugares, y en la oración. Que no me canse mi Dios de buscarte. Quiero volar hacia Ti, cobijarme en tus ramas y poder dormir tranquila. Ayúdame también a ser fuente de vida y de reposo para quien lo necesite. Que nunca deje de ofrecer una palabra amiga, oídos atentos o un consejo a quien me lo pida. Regálame el don de vivir siempre cerca de Ti, para poder entregarte de la manera más perfecta posible.

AMÉN

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