Evangelio miércoles 8 de diciembre

Miércoles 8 de diciembre de 2021 | Osvaldo Andrés Iturriaga

8 de DICIEMBRE del 2021

Evangelio según San Lucas, capítulo 1, 26 - 38.

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos.

"No temas, María, porque Dios te ha favorecido"

Siento como si el Señor me dijera "muchas veces recibirás noticias que te causarán sorpresa, verás ante ti tareas que sientes que te sobrepasan, que no eres capaz. No tengas miedo: soy Yo quien te visita, soy Yo quien te invita a caminar conmigo por un rumbo que ves incierto, y del que regresarás transformado. Esta invitación es un regalo, para que aprendas a ponerte en mis manos y confiar en que Yo guiaré tus pasos. Y con eso, liberarte de las cargas que te atan".

Qué fe tan grande muestra María, para asumir la misión más grande encomendada a ningún ser humano. Pienso en todas las tareas que hoy mismo me abruman, y todo palidece y se ve sencillo frente a esto que desafía cualquier lógica humana. Así como María recibe esta visita del ángel, hoy el Señor me invita a recibir y mirar cada acontecimiento con los ojos de la fe, sabiendo que es una visita de Dios a mi vida que espera recibir mi "sí" a su voluntad siempre.

Querido Señor, gracias por visitarme este día con tu Palabra. Ayúdame a que el trajín del día a día y las diversas preocupaciones no me hagan olvidar que Tú siempre estás ahí, llamándome: en esa tarea que no quiero hacer, en esa misión que me da miedo empezar. Enséñame a encontrarte en lo simple y pequeño, para estar abierto a escucharte y ver tu voluntad en lo grande. Querida Mater: enséñame a poder reconocer y decir siempre que sí al llamado del Padre.

AMÉN

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