Santuarios de Schoenstatt, ¿lugares de peregrinación?

Columna editorial Revista vínculo julio 2023

El norte grande está expectante. Después de 2 años, el desierto se vestirá nuevamente de fiesta. Miles de peregrinos llegarán con sus dolores y esperanzas a los pies de la "Chinita", al encuentro de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana. Más al centro, Maipú también prepara lo suyo. El Santuario Nacional, confiado desde hace décadas a nuestro carisma de Schoenstatt, se alista para acoger a los peregrinos que el 16 de julio llegarán a saludar a la Reina y Madre de Chile.
El mes de julio nos muestra que somos un pueblo mariano y peregrino, no sólo en la vida de estos dos grandes santuarios, sino que esta realidad se hace presente a su vez en decenas de procesiones y pequeñas peregrinaciones a templos y grutitas dedicadas a la Virgen. Pero también a lo largo del año, esta característica peregrina nuestra se despliega en diversos lugares de la patria en que Chile "camina al encuentro de lo sagrado": Andacollo, Yumbel, Lo Vásquez y Caguach, tan sólo por nombrar algunos.
Esta realidad, tan presente en la conciencia de nuestra Iglesia, la he ido encontrando con frecuencia a modo de inquietud que surge en distintos miembros de nuestra Familia: "¿Y nuestros Santuarios y ermitas de Schoenstatt? ¿Qué tan abiertos, pensados y preparados para los peregrinos están?" Ya en el acta de fundación de 1914, el padre Kentenich decía refiriéndose al Santuario: "quisiera convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia, para nuestra casa, para toda la Provincia alemana, y quizás más allá". Y vaya que ese anhelo se ha cumplido...
Conversando con distintas personas, a menudo me toca escuchar frases como "traje una amiga al santuario y quedó feliz. Me confesó que nunca había entrado porque pensaba que era una capilla privada". O también, me encuentro con otros que dicen, "padre, ¡qué increíble este lugar! ¡no tenía idea que existía".
Por eso me pregunto, en este país peregrino, en esta Iglesia chilena que quiere "caminar unida para anunciar a Cristo", ¿podremos buscar con más ganas la manera de que nuestros santuarios de Schoenstatt se conviertan más y más en lugares de peregrinación? ¡Estoy convencido de que sí! Con tal de que viva nuestra Alianza, estoy seguro que ganas y esfuerzo no nos faltarán.