Día X-1 Mes de María - María, madre de Dios y nuestra buena madre - Clarisa Rioseco
María, madre de Dios y nuestra buena madre.
Clarisa Rioseco
Meditación: Clarisa Rioseco
MARÍA MADRE DE DIOS Y NUESTRA BUENA MADRE
Jesús en la cruz, al ver a su Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Después dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre".La Virgen María, fue pensada por Dios desde siempre para ser la "Madre de Dios" y ella, con gran generosidad y como humilde servidora, acepta su voluntad. Luego concibe a Jesús, cuando nace lo cuida, le enseña sus primeros pasos, lo acompaña en su vida y padece junto a Él, el dolor de la muerte en la cruz. Todo lo que hace ella, lo hace como una buena Madre.Es verdaderamente madre, porque ella contribuye en todo a la crianza y a la formación de la naturaleza humana de su hijo Jesús, como lo hacemos las madres cuando formamos a nuestros hijos.Es también Madre de Dios, porque concibió y dio a luz a la segunda persona de la Santísima Trinidad y por la gracia de Dios, su dignidad sobrepasa a todas las criaturas.María fue también buena esposa y dio ejemplo de vida familiar. En su vida encontramos momentos de dolor y alegría, de preocupación, de cuidado y de protección de su hijo, de humildad y buena disposición con su esposo san José.María durante la vida apostólica de Nuestro Señor, logró pasar casi completamente inadvertida. Comprendió que ella no fue llamada para ayudar directamente a su Hijo en su ministerio.Sí acompaño a su hijo Jesús en su Pasión y muerte. Como seria su dolor al verlo cargar la cruz. Sin embargo, se le ve heroica al pie de la cruz y con las palabras de Jesús, comprende ser la Madre de toda la humanidad.De este modo, vemos como María, Madre de Dios, fue una mujer maravillosa en todos los aspectos, como Madre del niño Jesús, del Joven Jesús y del hombre ya adulto. María es buena con sus familiares, es buena esposa con José y leal a Dios, no hay faltas en ella, es humilde, sencilla y obediente, digna Madre de Dios y de todos nosotros. Oración Final ¡Oh María, Madre de Jesús nuestro Salvador y nuestra buena madre! Nosotros venimos a ofrecerte con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradecerte y solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud, que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error; que vuelvan hacia Él y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará en su corazón y el tuyo.Que confunda a los enemigos de tu Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de tu ardiente caridad; que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y de esperanza para el porvenir.
Amén