El altar

El altar es la mesa de la celebración de la Cena Eucarística, la Santa Misa. Sobre él, en cada celebración Eucarística, se actualiza el Sacrificio que Cristo ofreció de sí al Padre en la cruz del Gólgota.

P. Rafael Fernández

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El altar es la mesa de la celebración de la Cena Eucarística, la Santa Misa. Sobre él, en cada celebración Eucarística, se actualiza el Sacrificio que Cristo ofreció de sí al Padre en la cruz del Gólgota. Así como en el sacrificio del Gólgota, la Cruz fue el altar y Cristo, la Ofrenda, así en cada Celebración Eucarística, el altar es el lugar donde se colocan las ofrendas de la Misa, el pan y el vino, que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Cuando peregrinamos al Santuario, llevamos también nuestras contribuciones al capital de gracias, es decir, nuestras muestras de amor a María, para ponerlas sobre el altar y ofrecerlas al Padre, en Cristo, por manos de María. Así como ella acompañó a Cristo a subir a la Cruz para ofrecerse al Padre por nuestra redención, así también ella nos quiere acompañar siempre a acercarnos al altar para ofrecernos con su Hijo, con todo lo que somos y tenemos, al Padre celestial.
Historia
El 2 de abril de 1902 fue colocado en la capillita un altar confeccionado por el hermano palotino, Josef Funken. Éste fue retirado en 1912, cuando la capillita fue utilizada como bodega y es colocado nuevamente en 1914. En el año 1934 es reemplazado por un altar y un retablo de estilo barroco, en el cual se conservó una parte del altar primigenio.

El nuevo altar fue bendecido el 9 de abril de 1934. Dos columnas se alzan enmarcando el tabernáculo y el cuadro de la Madre tres veces Admirable. Sobre el tabernáculo, dos pequeñas columnas conforman un ábside o bóveda para colocar un crucifijo o la custodia. El comulgatorio se integraba a la estructura del altar.

Sobre el altar, se encuentra una lápida que guarda reliquias de mártires. Esta lápida fue preparada y regalada por la Liga del Apostolado de los enfermos.

El altar y el retablo forman parte de los elementos permanentes del santuario. Con pequeñas diferencias, todos los santuarios cuentan con un altar y retablo semejantes a los del santuario original.