En el día de la mujer, un homenaje a la Mater

Y mis pensamientos se vuelven oraciones... ¿les gusta el título?... Me parece un lindo titulo, por que creo que todos, nos detenemos en algún momento del día, para admirar un paisaje, una puesta de sol, un atardecer, una hermosa luna llena, o escuchamos nuestra música favorita en el carro, leemos un buen libro, no olvidando las sonrisa de nuestros pequeños traviesos, o las carcajadas de un buen amigo en una linda velada, o tan solo... disfrutando una rica taza de café.

Estos momentos que parecieran insignificantes, son los que le dan, un buen sabor a nuestro existir, y al estar conscientes de estos detalles, siempre vemos la manera de agradecerle a Dios. Y a esto, yo lo llamo orar...pues estamos hablando con Él.

Este es el primer artículo de muchos, que presentaremos semana a semana, y espero que de verdad, deje en ustedes, esa necesidad de detenerse a admirar algún detalle, algún momento, o algún instante de su vida.

Como ya sabemos, este 8 de marzo celebramos a la mujer en todo el mundo, y como mujer que soy, quise dedicar este primer articulo a nuestra querida Mater. A nuestra querida Virgen María, una mujer que vivió como una de nosotras aquí en la tierra. Una mujer que algunas veces estuvo enojada, cansada, aburrida, contenta, algunas veces rió a carcajadas, en  otras ocasione pudo estar enojada con José o con el mismo Jesús. Y que me dicen, de ir a platicar con sus amigas o sus vecinas, o de su trabajo en casa, lavando, cuidando niños etc. ¿Ustedes pueden imaginar a nuestra Mater en estas situaciones?

Desde pequeños nos hablan de la Virgen María, y vemos su imagen en la Iglesia o en las estampas. Le rezamos, la admiramos y platicamos con Ella. Y cuando se viene a nuestra mente, la vemos de la misma manera que en la Iglesia o en la estampita... ¡hermosa! Pero... inmóvil. Y creemos que así fue siempre... que solo sonreía. Y en semana Santa la vemos llorar. Pero que hay de María la esposa, la hermana, la hija, la madre, la amiga...la mujer.

Se que si aprendemos a ver nuestra Madre de esta manera estaremos cada vez más cerca de Ella, por que cuando creemos que nadie nos escucha, acuérdate que María es amiga, cuándo estamos tristes, que Ella es madre y nos consuela, o cuando estamos cansadas, Ella sabe lo que es el trabajo, también...cuando sufren nuestros hijos, Ella reconoce tu sufrimiento y llora contigo.

Veamos a María abrazándonos, riendo con nosotros a carcajadas, como lo hacemos con nuestros amigos, dejemos que nos acaricie el pelo, dejemos que nos de un beso en la mejilla, caminemos con Ella platicando como dos buenas amigas o amigos, hablemos de la rutina, de los hijos del marido, de la esposa, de los miedos, de las cosas chistosas que te pasan en el día, y te aseguro que tus pensamientos se vuelven oraciones.

Recuerda a María como... madre, esposa, hermana, hija, amiga y.....mujer.