En Tucumán, Argentina, se celebró el Congreso Eucarístico Nacional 2016

En la provincia argentina de Tucumán se realizó hace pocos días el Congreso Eucarístico Nacional 2016. Desde Schoenstatt Argentina compartimos este testimonio sobre la experiencia ocurrida.

Jueves 14 de julio de 2016 | Schoenstatt Argentina

Los comienzos

El amor de Dios revelado al hombre quiso mostrar su misericordia con la Encarnación del verbo, pero sigue saliendo a nuestro encuentro en cada acontecimiento de la vida diaria.

Cómo tucumanos, especialmente como argentinos, fuimos testigos de este amor de predilección, que silenciosamente nos fue acompañando a lo largo de estos dos años una vez recibida la gran noticia de la Conferencia Episcopal Argentina: Tucumán sería, por ser la cuna de la Independencia, el lugar que la Providencia divina escogió para organizar y llevar adelante el Congreso Eucarístico Nacional (que en principio debía realizarse en el 2014, pero por la fecha histórica fue trasladado al 2016). Se fueron dando entonces los primeros pasos de los equipos de trabajo y comenzó a resonar en nuestros corazones: "Y tú, Tucumán, la más pequeña de todas las Provincias Argentinas, fuiste elegida para ser sede del Congreso Eucarístico Nacional 2016″,

La alegría y la felicidad no cabían ya en nuestros pequeños corazones. Un Congreso Eucarístico Nacional era una tarea inmensamente grande puesto sobre pequeños hombros, pero sobre corazones dispuestos a arriesgarlo todo por Jesús.
Y así fue como marchamos durante dos años y medio de trabajo, oración y entrega generosa de muchos que dijeron sí a Cristo para organizar una tarea de esa envergadura que, como tucumanos, era la primera vez que realizábamos.
Uno de los primeros pasos dados fue la aprobación de la Conferencia Episcopal Argentina del eje, del cual se desprendería todo el resto del trabajo, y que convocaría al CEN: "Jesús Pan de vida y comunión para nuestro pueblo" (una comunión tan anhelada en nuestra patria por tantas divisiones y escisiones, grietas y heridas sociales políticas y económicas).

Luego y con mucha alegría fue aprobado el tema:" Jesucristo Señor de la historia Te necesitamos", tema que refleja una línea histórica y que muestra que la Patria nació de la mano de nuestra fe católica, presente desde sus comienzos. Actualmente Jesús en la Eucaristía se hace presente en la historia y en la vida del hombre en particular, caminando a su lado, en él y con él.

Y así, con este desafío en nuestras manos, quisimos asumir el legado de nuestros primeros Padres de la Patria. Con este Congreso también quisimos ser parte de la historia y dejar huellas, para crear una cultura del encuentro, superando heridas, divisiones y haciendo de nuestra patria una patria familia, forjando un futuro esperanzador desde nuestra fe y haciendo de los argentinos ciudadanos comprometidos con el bien común, la justicia y la paz, para ser así auténticos discípulos misioneros, hombres nuevos que renuevan los valores de la patria y construyen la civilización del amor.

Los primeros movimientos de trabajo comenzaron a realizarse desde muy temprano y con el gran aporte de Schoenstatt Benjamín Paz, schoenstattiano tucumano, que tuvo a su cargo la gestión de la comunicación institucional de la jornada Mundial de la juventud del Río de Janeiro 2013, fue invitado para dar una charla ante sacerdotes, laicos, empresarios y público en general, y poder así conformar las primeras comisiones de trabajo y organizarse para recibir a un gran número de peregrinos y congresistas en nuestra ciudad. Y así, poco a poco, se fue llamando a los tucumanos a formar parte de estos equipos de trabajo, y se crearon distintas comisiones: Logística, Infraestructura, Pastoral, Hospedaje, Economía, Cultura, Comunicación, Espacio joven, etcétera.

Además, la Providencia Divina nos tenía preparado un gran regalo: el Padre Guillermo Cassone fue elegido como responsable de la Comisión de Pastoral y nos acompañó paternalmente en cada paso, como fiel pastor, para trabajar junto al Padre Martín Aversano, el matrimonio Askour, una Hermana de la Consolación y junto a mí, para coordinar así cada área (Liturgia, Salud, Catequesis, Caritas, Educación, Juventud, Consagrados, Familia). Ese gran trabajo en la Diócesis de Tucumán se convirtió en un gran aporte de Schoenstatt a la Iglesia.

Fuente: Schoenstatt Argentina

Imagen: Comyfe.com

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