Evangelio domingo 14 de febrero

Domingo 14 de febrero de 2021 | Juan Enrique Coeymans

14 de FEBRERO del 2020

Evangelio según San Marcos, capítulo 1, 40 - 45

Sexto Domingo del Tiempo Ordinario

Se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: "Si quieres, puedes purificarme". Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: "No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio". Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"No le digas nada a nadie

Jesús pareciera decirme: cunado le pedí al leproso sanado que no le dijera nada a nadie, no era por una falsa humildad, sino porque los actos de misericordia y de bondad, los milagros, no son para hacerme fama y admirado, sino para sanar al que sufre. Esa es la caridad del Reino, hacer el bien pero que no sepa la mano derecha lo que hace la izquierda. Es una lección, no aprendida en este caso, de cómo deben Uds. comportarse cuando hagan buenas obras, porque desde que partí en cuerpo y alma al Cielo Uds. son los que deben hacer milagros y sanaciones, pero silenciosamente.

Uno a veces tiene la tentación de que se sepa el bien que ha hecho. Y esa tentación es diabólica, porque le quita todo el mérito que pudiere haber tenido. Los favores callados son los que agradan al Señor, El Reino de los cielos, se construye con humildad, silencio y sacrificio. Y mientras más entreguemos sin que nadie lo sepa, más se está construyendo el Reino, y esa invisible construcción tendrá frutos cuando uno menos lo espera, porque es el Espíritu el que hace de verdad las buenas obras y no somos nosotros.

Señor Jesús, mi Rey y Señor, mi Salvador y Dios, bendito y alabado seas ahora y siempre, porque con tus palabras y los hechos, nos enseñas a construir en el fondo el Reino de los cielos en la tierra, aunque no veamos los resultados. Señorr, te pido la gracia de crecer en la sencillez de corazón, como hijo de María y del Padre, haz que cuando haga favores a los que lo necesitan nadie lo sepa, y que tenga lucidez para darme cuenta de las necesidades de los demás.

AMÉN

Comentarios
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14/02/2021 - 09:17:10  
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Irma
Chile
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