Evangelio domingo 6 de noviembre

Sábado 5 de noviembre de 2022 | Juan Enrique Coeymans

6 DE NOVIEMBRE DEL 2022

Evangelio según San Lucas capítulo 20, 27- 38

Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer.
Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". Jesús les respondió: "En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán.
Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Que los muertos van a resucitar Moisés lo ha dado a entender

Pareciera que el Señor Jesús nos quisiera decir: a Uds. mis discípulos muchas veces les cuesta creer en la resurrección de los muertos. Sino vivirían de forma diferente y se prepararían para el encuentro con Dios Uno y Trino cuando mueran, pero hay un peso del pecado en sus corazones, que los lleva a dudar de esas palabras llenas de amor y de cariño mío. Porque como el Padre del Hijo Pródigo los estoy siempre esperando y quiero que vivan en mi cercanía. No los llamé a la vida por un corto tiempo, para después olvidarlos y mandarlos a la muerte.

Me sucede muchas veces que me olvido de la muerte, pero a mis años es una realidad cercana, solo que no medito en ese misterio de la vida terrena que se acaba, pero no la vida según el Espíritu. Hay ocasiones en que pienso equivocadamente que la muerte es un castigo, cuando de verdad es el comienzo de la vida en la cercanía más íntima con Dios Uno y Trino y con todos los seres creados que están junto a Dios. Es el comienzo de otra realidad, difícil de entender cómo será, pero lo único cierto es que será una vida como no la podemos imaginar, porque será vivir en el amor de Dios que es un amor infinito

Señor Jesús me inclino ante Ti, y te agradezco que me hayas llamado a la vida, para poder vivir en tu cercanía después de la muerte terrena. Te doy gracias y te alabo y bendigo, porque me has mostrado tu amor en todas las pequeñas y grandes circunstancias de mi vida con tu lenguaje gestual con el cual me vas manifestando tus deseos. Señor, te pido la gracia de discernir en cada momento lo que Tu deseas que haga, porque lo único que me debiera importar es la voluntad Tuya. Señor dame fuerza para resistir las tentaciones y reciedumbre para combatir lo que me aleja de ti

AMÉN

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