Evangelio lunes 19 de febrero

Lunes 19 de febrero de 2024 | Bernardita Marín Paul

19 de febrero de 2024

Evangelio según San Mateo 25, 31-46

Primer lunes de cuaresma

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme". Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?". Y el rey les dirá: "En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis". Entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis". Entonces también estos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?". Él les replicará: "En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo". Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

Meditación de Bernardita Marín Paul

"Tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis".

Creo que el Señor me quiere decir, todo lo que hagas a un hermano pequeño, conmigo lo hiciste. Ayuda al desvalido, ayuda al que le falta para comer o vestir, y da sin preguntar nada, sin pedir nada a cambio y en forma desinteresada. No juzgues, ya que no todos han tenido las mismas oportunidades y la fuerza para salir adelante y lograr sustentarse. Dale dignidad a todo aquel que la necesita y yo haré el resto.

Qué dolor me causa caer en la cuenta de que antes de dar algo al desvalido o necesitado, juzgamos, y nos preguntamos si lo merece, cómo se ha portado o qué ha hecho. Somos jueces y partidores, nos creemos más que Dios y justificamos nuestra dureza de corazón, avaricia y mezquindad. Todo lo que tenemos ha sido dado por el mismo Dios y regalado para compartirlo, somos todos hermanos y nuestro mérito está en dar y darse sin medida alguna.

Señor dame un corazón de carne, bueno, dulce y misericordioso. Comparte conmigo tu querer y sensibilidad, para que no ocurra que pase delante de mí una persona que sufre y yo no la vea. Ella, quizás necesita que la vea, necesita amistad, apoyo económico, compañía u oído. Que nada justifique la falta de cariño, amor y dureza del corazón. Quiero ser la más humilde de tus hijas y aliviar contigo el dolor que tienen los necesitados. Que así sea.

AMÉN

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