Evangelio martes 14 de marzo

Martes 14 de marzo de 2023 | Juan Enrique Coeymans

14 DE FEBRERO DEL 2023

Evangelio según San Mateo capítulo 18, 21 - 35

Martes de la Tercera Semana del Tiempo de Cuaresma

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?" Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo. " El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda . Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Paga lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Lo mismo hará con vosotros mi Padre, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."

Pareciera que el Señor Jesús nos dijera: Una y otra vez en mi enseñanza en los tres años que estuve con mis discípulos repetí que si no se convierten a un corazón y a un amor como el que tenemos en la Trinidad no entrareis en el Reino de los Cielos. Uds. hijos míos se complican con lo que tienen que hacer en la vida, cuando todo es más simple: si escuchan lo que les decimos en el lenguaje gestual con el cual nos comunicamos, podrán distinguir siempre que hay que hacer y que no hay que hacer. La tarea es clara y simple. No se turbe el corazón, oren fuerte y escucharán lo que esperamos de Uds.

Aunque parezca extraño, no me cuesta entrar en oración, pero no oro lo suficiente. Es una contradicción con la que soy tentado sin darme cuenta. Quizás si hiciera más adoración al Santísimo frecuentemente, mi corazón se despejaría de la mediocridad espiritual en que a veces caigo. No puedo amar y perdonar como nos enseña Jesús, si no tengo intimidad con El , con el Padre. con el Espíritu Santo y con las personas del mundo espiritual. Escuchar a Dios es mi tarea, pero no hay escucha si no hay tiempo para Dios explícitamente.

Querido Jesús, perdona mi mediocridad, mis vacilaciones y mi pequeñez. Te pido de todo corazón que no me abandones, que no te alejes de mi para resistir las tentaciones de la vida y la flojera. Aunque viva momentos de noche y oscuridad, regálame la gracia de superar la pequeñez de mi alma. Haz que sobre mi noche, esté la esperanza de una luz permanente que es la del Espíritu Santo, y mientras más oscura sea mi sequedad espiritual, supere la negrura con espíritu de amor y servicio a los demás. Recuérdame siempre la frase de la Escritura: la caridad cubre la muchedumbre de los pecados.

AMÉN.

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