Evangelio miércoles 14 de febrero

Miércoles 14 de febrero de 2024 | Osvaldo Andrés Iturriaga

14 de febrero de 2024

Evangelio según San Mateo 6, 1-6. 16-18

Miércoles de Ceniza

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Meditación de Osvaldo Iturriaga Berríos

"Tu Padre, que está en lo escondido"

Siento como si el Señor me dijera "hasta cuándo vives preocupado de que te reconozcan, de que hablen bien de ti o que destaquen lo que haces. Toda la recompensa que recibes de la admiración o reconocimiento de otros es pasajera, te llenará por poco tiempo y luego necesitarás más. Preocúpate realmente de que todo lo que hagas sea para hacer la voluntad de Dios; confía en que Él es el único que conoce realmente lo que hay en tu corazón y que ve todos tus esfuerzos. Él se encargará de darte por añadidura todo lo que necesitas y más".

En este mundo donde nos importa tanto la imagen, donde todo parece jugarse en cómo nos ven los demás, en los "likes" que recibimos, es tan contraintuitivo buscar justamente lo opuesto: el espacio secreto e íntimo de nuestro interior, y encontrar a Dios ahí. Tengo muy claro que el "éxito" y el reconocimiento son cosas tan pasajeras, tan adictivas y tan vacías; pero al mismo tiempo me es tan difícil dejar de buscarlo. Hoy el Señor me invita muy claramente a invertir mis prioridades; a volcarme hacia el silencio y la pausa donde sí puedo encontrar a Dios, para que sea Él quien dé sentido a mi vida y a mi trabajo.

Señor, tus enseñanzas son tan sencillas pero tan difíciles de seguir; me cuesta tanto desprenderme de mi ego, de mi orgullo y de mis deseos de hacer cosas "importantes". Enséñame a liberarme de esos pesos que me autoimpongo y que me impiden encontrarme contigo y con el sentido profundo de por qué hago las cosas; dame la humildad y sabiduría para no vivir preocupado de la opinión de otros, sino de cumplir tu voluntad, y que solamente eso sea mi alegría y mi plenitud. En este tiempo de Cuaresma, ayúdame a hacer silencio y encontrarme contigo en lo escondido y que nadie más ve.

AMÉN

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