Evangelio miércoles 7 de junio

Miércoles 7 de junio de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

7 de JUNNIO del 2023

Evangelio según San Marcos, capítulo 12, 18 27

Miércoles de la Novena Semana del Tiempo Ordinario

Se le acercaron unos saduceos, que son los que niegan la resurrección, y le propusieron este caso: "Maestro, Moisés nos ha ordenado lo siguiente: 'Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda'. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y también murió sin tener hijos; lo mismo ocurrió con el tercero; y así ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos ellos, murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". Jesús les dijo: "¿No será que ustedes están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios?
Cuando resuciten los muertos, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en el cielo. Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? El no es un Dios de muertos, sino de vivientes. Ustedes están en un grave error".

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes"

Siento como si el Señor me dijera "¿vives tu vida como si Dios fuera un Dios de vivos? El
Padre te creó para que tengas Vida Eterna, tal como a todos quienes han venido antes que
Tú, resucité para que puedas resucitar conmigo y alcanzar esa Vida prometida por el Padre. ¿Es tu vida un reflejo de eso? ¿O vives preocupado de pequeñeces, de envidias, peleas y cosas pasajeras y sin importancia que no te llenan y te cierran a la Plenitud a la que te invita el Padre?

Cuando pongo mi día a día e incluso mis grandes proyectos en la perspectiva de la Eternidad, pareciera que todo pierde significado e importancia. Si muchas cosas por las que me desvivo y pierdo el sueño hoy, me parecerán detalles insignificantes cuando mire hacia atrás en unos pocos años más... cuánto más ínfimas se ven mis preocupaciones comparadas con la Vida Eterna. Me llena de esperanza pensar en esa Vida que no logro ni imaginar, pero también me invita el Señor a no perder de vista el presente, en el cual me llama a construir desde ya esa vida plena y verdadera.

Querido Señor, gracias por invitarme a ser parte de ese Reino de Amor que nos prometiste y que no llego a comprender bien, y que sólo puedo apenas vislumbrar a través del experimentar tu cercanía. Ayúdame a recordar que esa invitación es siempre, desde este momento, y no solamente en un futuro cuando me llames a tu presencia. Que no ponga obstáculos ni excusas a tu acción en mí, para poder a vivir como un verdadero resucitado, dando testimonio de tu amor y de la plenitud de Vida a la que nos llamas desde siempre.

AMÉN

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