Evangelio sábado 25 de noviembre

Sábado 25 de noviembre de 2023 | Gonzalo Manzano

25 de noviembre del 2023

Evangelio según san Lucas 20, 27-40

Sábado de la trigésima tercera semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.» Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.» Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro.» Y no se atrevían a hacerle más preguntas.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"No es Dios de muertos, sino de vivos"

Jesús parece decirme: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Esta vida que ofrezco es la Vida Eterna, y nadie va al Padre sino por Mí, ir al Padre es ir a la Vida eterna. Yo vine al mundo a traer enemistad y conflicto entre padres e hijos, entre hermanos, pero porque unos querrán estar conmigo en presencia del Padre y otros quizás no. Los que quieran vivir con nosotros en la Vida Eterna, vivirán eternamente, en la felicidad absoluta de mi Gloria. A eso te invito, a que después de tu paso y decisiones en este mundo, por esas decisiones, llegues a compartir conmigo el Paraíso. Ahí serás tan feliz que solo con mi presencia será suficiente.

Me cuesta pensar que no "estaré" con mi esposa en el Cielo. En verdad la amo, y soy mucho mejor persona estando a su lado. Pensar la vida sin ella me genera una tristeza enorme, y ver una Vida Eterna sin ella es algo que no quisiera. Y luego, esta lectura me insiste en que no estaré "casado" con ella. ¿Cómo será esa Vida Eterna que no necesitaré estar casado con ella para ser feliz? ¡¿Cuán grande será ese regalo que Él nos tiene reservado si queremos ir a su fiesta, que no necesitaremos otra cosa más que su compañía?! Me impresiona esta visión, porque escapa a toda medida terrena. Igual me motiva vivir así, pero me cuesta igualmente.

Señor Jesús, hoy te quiero pedir por mi familia. Mi esposa y mis hijos, a quienes me diste para cuidar y procurar que lleguen al Cielo, te ruego por ellos, sus decisiones, sus errores y en general por su salvación. Estoy cierto que no seré yo quien haga la diferencia en esa salvación, sino Tú, que por tu Sangre preciosa ya les has reservado un sitio en la Fiesta Eterna. Quiero ser tu instrumento para su salvación. Que no sea yo en mi ceguera terrenal el que pretenda soberbiamente ser el artífice de su presencia en el Cielo, porque en verdad, puedes tomar mi vida cuando quieras si soy motivo de tropiezo de ellos para llegar a Ti.

AMÉN

 

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