Evangelio sábado 28 de enero

Viernes 27 de enero de 2023 | Gonzalo Manzano

28 DE ENERO del 2023
Evangelio según San Marcos capítulo 4 35 - 41
Sábado de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario
Santo Tomás de Aquino Presbítero y Doctor de la Iglesia. Memoria Obligatoria

Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla". Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?". Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"¿Por qué tienen miedo?"

Jesús parece decirme: Es una pregunta genuina. Si Yo estoy con ustedes, ¿a qué podrían temer? Yo los acompaño porque los amo, y nada me detiene para verlos felices. No me refiero a la felicidad pasajera de la vida mundana, sino a la verdadera felicidad, reunidos todos en el Corazón del Padre. Después de dar mi vida por ustedes, abrí para siempre ese Corazón para que todos ustedes tuvieran la oportunidad de entrar. Depende de cada uno de ustedes aceptar la invitación que les hago. En ese Corazón no hay espacio para el miedo, la duda o la pena. Esas cosas son parte de las opciones que les ofrece la vida terrena. Miren más allá.

A veces, me lleno de miedo. Ese miedo del futuro, de lo que sigue en esta vida. Por momentos me ha tocado más difícil, otros han sido más fáciles. Pero si efectivamente miro más allá, veré a Cristo guiando mis pasos, indicándome qué piedras me conviene pisar para no caer al río. Es duro no mirar a la corriente, bajar la vista y ponerme solo un velo que me impide ver más allá, porque la materialidad de mi realidad llena mis sentidos. Ahí, mi Ideal Personal tiene que hacer la diferencia.

Señor Jesús, Tú que ordenas mis prioridades conforme a lo que me acerca a Ti, no permitas que me quede mirando al piso, sino que confiado y con todas las herramientas que me has dado en el Santuario de tu Madre, logre poco a poco subir la mirada, encontrarte en la otra orilla, y dar los pasos que me permitan cruzar el río. No quiero tener miedo, ni basar mis decisiones en lo efímero de este mundo. Haz que, por el contrario, logre tenerte como norte, y así orientarme con la brújula de tu Evangelio. Madre querida, te ofrezco mis manos nuevamente, para que desde tu Santuario moldees este instrumento para gloria de tu Hijo.

AMÉN.

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