Evangelio sábado 9 de julio

Sábado 9 de julio de 2022 | Gonzalo Manzano

9 DE JULIO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 10, 24 - 33

Sábado de la Décimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus apóstoles: "El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos.
No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.
Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres."

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día."

Jesús parece decirme: Si Yo vine a ustedes a mostrarles el Camino, y luego de dos mil años ese Camino sigue allí presente para todos ustedes, para los que fueron y los que vendrán, es porque ese Camino proviene de Mí, y porque ustedes son protagonistas de su continuación. Como muchos otros antes, hoy tú eres protagonista, para llevar ese Camino que soy Yo a otros, mostrando con tu propia vida y acciones, cómo Yo hago nuevas todas las cosas. Cada vez que hablo contigo, tienes la oportunidad de hacer vida ese mensaje, y luego de asimilarlo, llevarlo a tus hermanos, para que puedan verme a través tuyo.

Quizás esta misión que hoy Cristo me pone es de las más complejas y arduas de cumplir. Claro, cada cierto tiempo, tengo esos momentos de lucidez, que me permiten encarnar en mi vida lo que Cristo me ha invitado a ser y hacer. Esos momentos de Epifanía, donde puedo sentir y reconocerme parte del plan de Dios. Pero debo reconocer que no me paso la vida en ese "modo" sino que, por el contrario, la tónica es más bien mezquina, llena de pequeñeces y a veces incluso alejado de Cristo. Vivir una vida entera haciendo que Cristo se sienta orgulloso es algo que creo me va a tomar la vida entera, y aun así me faltará tiempo.

Señor Jesús, hoy me acerco a Ti como un niño a su Padre, porque realmente me cuesta estar a la altura de lo que me pides. Predicar con el ejemplo no es fácil, o quizás sí, pero no de manera constante. Regálame, Señor, esa constancia, ese corazón consciente que en cada momento de mi vida me juego la propia salvación de mi alma. Ármate de paciencia, Señor, porque soy burro y me cuesta entender. Creo que me va a costar mucho tiempo disciplinar mis sentidos para sentirte en el mundo, pero con tu ayuda, todo lo puedo. Madre Santa, intercede por mi ante tu Hijo. Sé que Él te oye, por lo que te encargo mi educación.

AMÉN

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