Evangelio Viernes 15 de Noviembre de 2013 - Schvivo

15 de Noviembre de 2013Evangelio según San Lucas, capítulo 17, 26 - 37.Viernes de la Trigésima Segunda Semana de Tiempo Ordinario En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada". Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?". Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres". Meditación Lucas Del Villar Montt "El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará." El Señor parece decirnos: "Hijos míos, gané la vida eterna para Uds. despreciando la muerte. Fui perseguido, juzgado y condenado, enfrenté la muerte en cruz que me estaba preparada. Pese a todo ello yo amé y perdoné a mis enemigos. Ganar la vida es ganar la vida eterna, es optar por el amor y negarse a si mismo por amar y servir a los demás y salvar la vida es perderla, es condenarse al desamor, al odio a la incapacidad de amar, es hacerse incapaz de entrar en el misterio de la Trinidad que es puro amor." Cuántas veces verdaderamente pienso en el sacrificio que el Señor hizo por mí. O mejor dicho, cuántas veces pienso en el amor que el Señor me tiene para haber entregado la vida por mí. Esa disposición a despreciar la muerte y entregar la vida por amor es la gran enseñanza que nos deja el Señor. Creo que para llegar a ello debo recorrer un largo camino que comienza por vivir el amor con pequeñas renuncias. Así día a día debo aprender a sentir el gozo de cada desprendimiento. Señor, veo claro que me pides amar sin límites y que sólo en ese maravilloso camino encontraré mis anhelos más profundos, esos que tú mismo al crearme has puesto en mi corazón desde siempre. Señor, veo lo difícil que es renunciar a todo, como tú lo hiciste, pero me hace mucho sentido tu invitación a amar con toda mi alma, a tal punto que hasta mi propia vida ya no la siento mía sino tuya. Bendito seas ahora y por siempre Señor. AMEN.