Mes de María

Oración inicial Oh! María, durante el bello mes que te está consagrado todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gra...

Verónica Ciudad Pap

Oración inicial Oh! María, durante el bello mes que te está consagrado todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.Para honrarte hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡Oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies es la de sus virtudes.Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡oh virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos deseos y miradas, aún la sombra misma del mal.La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos pues, los unos a los otros como hijos de una misma familia cuya madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.¡Oh María!, has producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes. Que ellas broten, florezcan y den al fin fruto de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres.Amén. Meditación Verónica Ciudad Pap MARÍA, MODELO DE PRUDENCIA"Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca" (Mt 7, 24-25)La prudencia es la virtud por la cual discernimos nuestro verdadero bien y buscamos los medios correctos para realizarlo. La prudencia es la que guía nuestra conciencia, nos dice en cada caso lo que conviene hacer o dejar de hacer; nos indica cuándo y cómo debemos actuar. Quien es prudente toma sus decisiones de acuerdo a una recta conciencia, evitando siempre el mal.La prudencia es la compañera inseparable de todas las virtudes, es la que nos guía para vivir todas las demás. La Virgen María es un gran ejemplo de prudencia ya que siempre tuvo esa luz de Dios que le permitía ver claramente todas las cosas dando a cada una su peso y su medida. La cercanía de María a Dios en la oración le permitía tener esa luz y esa seguridad en su alma para obrar siempre con prudencia.María fue siempre prudente en sus palabras, siempre habló oportunamente y con discreción, además de que supo guardar silencio cuando era necesario. ¿Cuántas veces nos arrepentimos de nuestras palabras?La falta de prudencia con gestos, risas, preguntas, etc., puede causar mucho daño en nuestro entorno y también a nosotros mismos, porque la paz interior depende en gran medida de cómo son nuestras relaciones con los demás. Qué ejemplo de prudencia nos ofrece María en su vida. Con lo poco que el Evangelio nos refiere de Ella es suficiente para darnos cuenta de que era modelo de prudencia. Cuando el niño está perdido en el templo, pudo haberlo regañado fuertemente, al fin y al cabo era su hijo; pero no, Ella sólo dice: "Hijo, ¿por qué nos has hecho esto?". María, de manera reservada, guardaba en su intimidad todo lo que hacía o decía su Hijo. En las bodas de Caná María nos enseña también a actuar con prudencia: "Hagan lo que Él les diga". Ésta es la verdadera prudencia: dejar que Dios actúe en nuestras vidas. Sólo llevando una vida de oración podremos tener esa luz que tenía María para discernir lo que es conveniente y así obrar con prudencia.¿He sido prudente a ejemplo de la Santísima Virgen María en mi forma de hablar y de actuar, evitando herir a los demás?Estamos en medio de una elección presidencial, momento importante y a la vez controvertido que nos hace despertar muchas pasiones. Pensemos en la prudencia de María, y en oración, pidámosle que nos ayude a decir las cosas con amor, buscando el momento oportuno y aportando al respeto y la buena convivencia. Oración Final ¡Oh María, Madre de Jesús nuestro Salvador y nuestra buena madre! Nosotros venimos a ofrecerte con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradecerte y solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.Guíanos para encontrarnos con tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga surgir también la luz de la fe sobre todos aquellos que no conocen la Paternal Providencia Dios, y que así podamos caminar como hermanos, todos juntos, sin ataduras ni divisiones que entristecen tu corazón de madre.Que tu maternal acogimiento atraiga muchos corazones a la Iglesia, y que en fin, cada uno de nosotros sea testimonio vivo en el mundo de la auténtica Caridad Cristiana que tu Hijo nos enseñó.Que tu presencia nos llene de alegría, en medio de los desafíos de esta vida, y que encienda nuestros anhelos para ser tus instrumentos eficaces en nuestros hogares, nuestros trabajos y en toda la sociedad.Amén.