Mes de María

Oración inicial Oh! María, durante el bello mes que te está consagrado todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gra...

Verónica Ciudad Pap

Oración inicial Oh! María, durante el bello mes que te está consagrado todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.Para honrarte hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡Oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies es la de sus virtudes.Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡oh virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos deseos y miradas, aún la sombra misma del mal.La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos pues, los unos a los otros como hijos de una misma familia cuya madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.¡Oh María!, has producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes. Que ellas broten, florezcan y den al fin fruto de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres.Amén. Meditación Verónica Ciudad Pap nov.2013 "...Invocamos la protección de María, nuestra Madre, para las familias del mundo entero, de forma particular por aquellas que viven en situaciones de mayor dificultad. ¡María, Reina de la Familia, ruega por nosotros!"."Digámoslo todos juntos: ¡María, Reina de la Familia, ruega por nosotros!, ¡María, Reina de la Familia, ruega por nosotros!, ¡María, Reina de la Familia, ruega por nosotros!". Estas palabras que nos regaló el Papa Francisco el pasado 27 de octubre con ocasión del Encuentro de las Familias en Roma, resuenan hoy con mucha fuerza en nuestros corazones. Estamos solo a 4 días de las elecciones parlamentarias y presidenciales en nuestro país y no dejo de pensar: ¿Cuál(es) de los candidatos(as) tendrán presente en sus extensos y complejos programas de gobierno la protección de la familia como el núcleo de la sociedad, como la sal de la tierra o como la luz del mundo?¿Qué hacemos nosotros por ello? ¿Tenemos la valentía para defenderla de los permanentes ataques a lo que se ve expuesta? ¿Tenemos la fuerza para luchar siempre por la vida? La familia es una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida, donde se aprende a ser un buen ser humano y sobretodo un buen cristiano. Es en la familia donde se formará la inteligencia y la voluntad. Esta es una labor hermosa y delicada. Enseñar a los niños el camino hacia Dios, llevar estas almas al cielo. Esto solo se puede hacer con amor."La familia es la primera comunidad de vida y amor el primer ambiente donde el hombre puede aprender a amar y a sentirse amado, no sólo por otras personas, sino también y ante todo por Dios." (Juan Pablo II, Encuentro con las Familias en Chihuahua 1990). ¡Quisiera ponerte a ti, María como reina de nuestras Familias, como un signo de luz, paz y victoria, porque hemos experimentado lo que tú puedes hacer si tus hijos te ven y te abren el corazón!¡Si contemplamos Su esplendor y nos comparamos con él...dejemos sólo un instante para ello!... ¡Pero no tenemos tiempo!, la vida moderna es vertiginosa y fluye aceleradamente; ya no tenemos ni sentido ni tiempo ni ganas...Ella, la Mujer vestida de sol, es signo de luz, paz y victoria. ¿Y nosotros? En este mes bendito soñemos con María y con Jesús nuestras familias chilenas, invitémoslos a ser parte de nuestro sueño, y busquemos lo más lindo que Dios nos regaló, para ponerlo al servicio de este Chile, en donde todos estamos invitados a compartir, a entregar y también a recibir. Y este ya no será solo nuestro sueño, sino el sueño de María para esta su tierra querida.¡María se tú el alma de mi alma, para yo ser el alma de mi familia, el alma de la Iglesia y el alma de nuestro querido Chile.!   Oración Final ¡Oh María, Madre de Jesús nuestro Salvador y nuestra buena madre! Nosotros venimos a ofrecerte con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradecerte y solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud, que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error; que vuelvan hacia Él y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará en su corazón y el tuyo.Que confunda a los enemigos de tu Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de tu ardiente caridad; que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y de esperanza para el porvenir. Amén.