Evangelio lunes 26 de septiembre

Lunes 26 de septiembre de 2022 | Bernardita Marín Paul

26 DE SEPTIEMBRE DEL 2022

Evangelio según San Lucas capítulo 9, 46 - 50

Lunes de la Vigésima Sexta Semana del Tiempo Ordinario

Entonces se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, les dijo: "El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande". Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros". Pero Jesús le dijo: "No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes".

Meditación de Bernardita Marín Paúl

"El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí."

Creo que el Señor me quiere decir; ¿qué batalla es la que lidias permanentemente, la de mostrar una cara bonita y tener poder sobre otros? Conozco tu corazón, ¿por qué quieres ser de los grandes? tanta ambición, me sorprende. Vuelvo a decirte y mostrarte el mejor camino. El más grande es el que es como niño, él que sirve y busca a través de ello expresar su amor, busca amar y ser amado, es libre de ambiciones, inocente en sus conquistas, dócil en la búsqueda. Mira con generosidad, y veras como actúo en otros y donde estoy presente.

¿Por que querer estar por sobre otros, esto me da tranquilidad o seguridad? Parece ser tan recurrente y humano, pero tan pobre, en el Espíritu. Es algo que debo trabajar mucho y constantemente. Me parece tan cariñoso nuestro Señor, no pierde la calma e insiste en sus formas para transmitirme la verdad. Verdad que está a mi alcance, pero por mi ego y razón se alejan. Ser y recibir a Dios como a una niña, desentrañar un espíritu puro, inocente y dócil, en donde se es corazón y no razón. Niña que está en mí, pero la olvido, no la dejo ser, buscando avanzar a grandes pasos, sin pensar ni ser.

Señor, mi Dios, busco en mi interior esa niña, amable, buena, alegre y feliz. Lo tuve y tengo que volver a conquistarlo. Dame Señor, las profundidades para tomarla y ser quién quieres que sea. Que acoja a todos, que conquiste y permanezca en la paz y tranquilidad de saber que estoy en tus manos para ponerme a servicio de los demás y así amar a todos y cada uno por lo que son. Que me sienta cuidada y protegida por el Señor es una tarea para mi vida. Que así sea.

AMÉN

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