Tercera Jornada Nacional de Diáconos Diocesanos Schoenstattianos

Un resumen de lo vivido y reflexionado en la última Jornada Nacional de Diáconos Diocesanos Schoenstattianos en el Santuario de Bellavista.

| Diácono Manuel Alvarez y Gabriela Diácono Manuel Alvarez y Gabriela

El sábado 24 de agosto, se reunió por tercera vez en una jornada nacional un grupo de diáconos diocesanos schoenstattianos de Chile, en Bellavista, en un ambiente de mucha alegría y fraternidad. La jornada se inició a las 9 de la mañana con el rezo del Laudes y terminó a las 18 hrs. con la celebración Eucarística.

A la jornada asistieron 20 diáconos permanentes, la mayoría de ellos con sus esposas, en total 30 personas. Llegaron diáconos y un estudiante desde Concepción, Rancagua, La Cruz y Santiago. En el último momento se excusaron de asistir 3 diáconos y sus esposas por problemas de salud, 5 diáconos excusaron su asistencia y 10 no pudieron ser contactados. El universo total de diáconos schoenstattianos que tenemos registrado es de 38 diáconos a lo largo del país.

Con la asesoría del padre Rafael Fernández, desde hace un par de años se inició el proceso de formación de una “LIGA DE DIÁCONOS DIOCESANOS SCHOENSTATIANOS”, con la misión de vivir y transmitir los carismas de Schoenstatt a la familia y especialmente a nuestra Iglesia, como así mismo contribuir a traer hacia el Movimiento las vivencias y el magisterio de la Iglesia.

En esta oportunidad, la jornada se centró en el tema “MATRIMONIO, MINISTERIO Y EUCARÍSTÍA”, tema tratado en profundidad por el padre Rafael, sin embargo, por lo breve de la jornada, el padre abordó principalmente la relación “matrimonio – eucaristía”. Para ello recurrió al magisterio de la Iglesia, citando partes de Familiaris Consortio; el Catecismo de la Iglesia, Vaticano II, al padre José Kentenich, entre otros.

Antes de la presentación del tema, se escuchó un testimonio del diácono José Zenteno y su esposa Anita, sobre su experiencia en torno a su vida matrimonial y la vivencia eucarística. Fue un motivador relato que mostró una hermosa relación vivencial entre ambos sacramentos.

El contenido del tema de padre Rafael comenzó por la relación entre Jesucristo y la Iglesia, la alianza de Dios con el hombre, el Verbo encarnado y María como “esposa” de Cristo. María nueva Eva, obediente. María esposa y compañera participa como corredentora. Así, Cristo cabeza, María esposa, con el Verbo encarnado, se constituye una bi-unidad o comunidad redentora, de cuya unión surge la Iglesia.

El sacramento del matrimonio es entonces semejante a esta bi unidad: esposo – Cristo, esposa – María. En consecuencia la alianza matrimonial, el “vínculo de amor, se convierte en imagen y símbolo de la Alianza que une a Dios con su pueblo”, con la misión de redimir juntos, como una Iglesia Doméstica. Respecto a la relación con el sacramento de la Eucaristía, Familiaris Consortio dice: “La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio cristiano. En efecto, el sacrificio eucarístico representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz. (145) Y en este sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza los cónyuges cristianos encuentran la raíz de la que brota, que configura interiormente y vivifica desde dentro, su alianza conyugal.”

Después de compartir un almuerzo en un ambiente de alegría y entusiasmo por el tema tratado, que para muchos trajo nuevos aportes a su vida matrimonial, se realizó un trabajo grupal, en que se compartieron diversos aspectos de la exposición del Padre Rafael. Luego se realizó un plenario en el que cada uno de los cuatro grupos, expuso sus comentarios, conclusiones y preguntas. En términos generales se destacó que se logró una importante visión integrada de los tres sacramentos, como así mismo se reconoció que no hay suficiente conocimiento del magisterio de la Iglesia y que este tema plantea el desafío de tener que reflexionarlo y profundizarlo como matrimonio y compartirlo grupalmente, dado a su importante significación especialmente en la vida matrimonial – diaconal.

Antes de la celebración Eucarística se dispuso de un espacio de tiempo para recoger y compartir inquietudes y propuestas para programar las acciones que permitan continuar con el propósito de constituir una Liga o Rama de diáconos diocesanos schoenstattianos.

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